Sanidad asegura que el desarrollo del alga tóxica puede deberse al calor o a residuos industriales y aclara que es la Miño-Sil quien tiene que hacerse cargo de la solución
Confirmado el problema real del agua del lago de Carucedo, ahora toca buscar soluciones. Para ello es necesario acudir a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil. Al menos esto es lo que aseguró ayer el jefe del Servicio Territorial de Sanidad y Bienestar Social de la Junta, Pedro Redondo, que asimismo confirmó la versión de este periódico y reiteró que en ninguno de los análisis periódicos realizados, el muestreo ha dado como resultado contaminación por aguas fecales. El problema actual procede de una cianobacteria que tiene aspecto de alga, única y exclusivamente.
«El Decreto 80/2008 establece la obligatoriedad de tomar muestras del agua para valorar los niveles de contaminación fecal. Desde el mes de junio hemos hecho un total de siete análisis y en ninguno de ellos se advierte la existencia de contaminación fecal significativa», aclaró Redondo. Despejadas las dudas, la cuestión se centra en descubrir por qué motivo se ha multiplicado la cantidad de toxinas liberadas por el alga llegando a rozar los niveles de riesgos moderado para la salud de los bañistas.
Los factores que han beneficiado el desarrollo del alga barajados por Sanidad son fundamentalmente dos. Por un lado, el incremento del número de nutrientes -bien sea fósforo o nitrógeno- del agua, lo que puede ser debido -aseguró el responsable territorial de Sanidad- a un aporte mayoritario de residuos industriales. Otro de las causas ha podido ser la subida que han experimentado las temperaturas en las últimas semanas.
«La solución al problema no es nada fácil y corresponde la Organismo de Cuenca -la Miño-Sil-», informó Redondo, ya que al no tratarse de agua para consumir, no compete a Sanidad aportar una solución. Por tanto, es la Confederación quien tiene que descifrar la causa de este incremento de toxinas y actuar en consecuencia.
Lo que sí compete a la Junta es el cumplimiento de las normas. Si los carteles de agua no apta para el baño no son lo suficientemente visibles, la Administración autonómica obligará al Ayuntamiento a cumplir su función de prevención.
El alcalde pide un contraanálisis para verificar que todavía hay riesgo
La polémica está servida después de los últimos análisis del agua del lago llevados a cabo por el Organismo de Cuenca. Mientras que unos confían en la versión oficial, otros vecinos se han apresurado en advertir la presencia de aguas fecales, eso pese a que Sanidad desmiente el hecho. En este clima, el alcalde de Carucedo, Clemades Rodríguez, pide un contraanálisis del agua para verificar que los niveles de toxicidad siguen suponiendo un riesgo moderado para la salud de los bañistas.
En declaraciones realizadas a la emisora local Radio Bierzo -ya que a este periódico le fue imposible ponerse en contacto con el regidor para conocer su versión de los hechos-, el primer edil se mostró desconfiado con los últimos análisis y dejó caer la posibilidad de que el agua ya no esté tan contaminada. Asimismo, Clemades Rodríguez aseguró que no hay motivo para la alarma. Ello pese a la tendencia de crecimiento de las toxinas liberadas por la bacteria.